Pensamos que el refuerzo verbal (elogios con palabras), y las recompensas con premios, pueden ser una gran herramienta para dar forma a la conducta adecuada de nuestro hijo/a.
Hay una lista de palabras que manifiestan halagos y felicitaciones al hijo/a, las cuales se denominan reforzadores verbales.
Algunos ejemplos podrían ser:
¡Muy bien!, ¡Lo has hecho como te pedí!, ¡Estoy muy contento/a!, ¡Así me gusta!, ¡Estás haciendo un gran esfuerzo comiendo todo!, Me gusta como tú…
Al usarlas y/u ofrecer premios materiales, buscas que se centre en los comportamientos, que debe hacer y que deseas cumpla.
Ciertamente sus comportamientos adecuados te llenan de alegría y con sincero corazón deseas educar.
Profundicemos un poco…
Podrías crear dependencia, haciendo a tu hijo/a ADICTO/A a las gratificaciones.
Además, podrías ocasionar inseguridad, dado que estará a la espera de tu aprobación, notando que:
- Siente pena al decir su idea.
- Se cohíbe, esperando primero saber lo que te guste a ti.
- Responde con dudas, hasta que escuche tu opinión.
- Guarda sus ideas, pensando que las tuyas son mejores .
- Huye de retos difíciles.
Esto porque en lugar de construir sus propios criterios, su costumbre es lo que te guste o no a ti.
Recuerda, tu hijo/a está formando su personalidad, con sus experiencias y las vivencias que le ofrece el entorno.
Palabras y acciones que quedarán en su inconsciente, marcando su imagen personal. Palabras y acciones con demasiado poder e influencia sobre su autoconcepto.
Siendo así, ¿cómo ayudar a la construcción de su conciencia?
- Nunca olvides la existencia del mundo interior de tu hijo/a.
- Reflexiona el efecto de tus palabras, reacciones y gestos en tu hijo/a.
- Observa primero al hijo/a como persona y luego, lo que hace.
- Desde los dos años de edad, tu hijo/a puede apoyar en las labores del hogar. Dale la oportunidad.
- Comprende las razones e intenciones detrás de sus comportamientos, toma en cuenta si lo que le pides como adulto es razonable. Por ejemplo, pedir al niño de 3 años que esté quieto cuando el movimiento es una necesidad.
- Considera tus intenciones y el momento cuando dices cumplidos y expresiones de afecto (evita aprobación). Trata que sea una verdadera muestra de amor, afirmando lo que ha hecho.
- Expresa frases que indiquen a tu hijo/a que has observado lo que hace, sin juicio: ¨Colocaste la bolsa en la papelera tú solo/a¨, ¨Ordenaste tu ropa¨, ¨¿Viste la cara de tu amigo/a cuando compartiste tu galleta?¨ Quitando la frase: ¨Bien hecho¨.
- Permite la toma de decisiones, plantea opciones.
- Favorece la libertad con límites.
Construyan acuerdos y normas, sé respetuoso/a y firme. Acompaña el aprendizaje de que todo comportamiento tiene consecuencias.
Eres padre/madre modelo y guía.
¡Entrena la conciencia de tu hijo/a cada día!
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